hasta siempre Kike!!!

UNO DE LOS TIRITEROS MAS QUERIDOS DEL PAIS Y DEL MUNDO SERA SIEMPRE CATAMARQUEÑO
El barco -lleno de marionetas- de Kique Sánchez Vera partió el 1º de febrero de 2010 hacia la eternidad de los sentimientos del hombre americano traducidos en el arte de este hombre que convocaba a sus muñecos para dar vida y obra a las vivencias del hombre con exquisita riqueza espiritual.
Partió como capitán de su “Barco de papel”, con un séquito muy importante: sus marionetas tripulantes inseparables del alma del artista. Escritor, marionetista, periodista, artista plástico (xilografías; pinturas y caricaturas), músico y cantor de alma; Luís Alberto “Kique” Sánchez Vera era catamarqueño y hace más de cuarenta años vivía en Centenario, provincia de Neuquén, ciudad en donde funciona desde 1993 una biblioteca popular que lleva su nombre.
Su colega Oscar Gonzáles dice de él en el prólogo del libro de Kique titulado: “De amores, diablos y flores”: “Kique tiene la particularidad de transferir vivencias y conocimientos. Excelente dibujante, pintor, escultor, músico, titiritero y poeta. ...El alma de Kique está en su obra, en la historia de su pueblo al que refleja y rescata”.
Nació el 8 de mayo de 1932, en 1955 creó su primer teatro de títeres: “La ventana”, en 1958 integra el elenco del Petit Teathre de Paris, dirigido por Alberto Farina, en 1959 crea el teatro de títeres "El Barco de Papel" y obtiene el premio el Elefante de Plata como mejor director de Teatro infanto juvenil. En 1968 se radica en Centenario, provincia de Neuquén, donde crea el grupo "Las Marionetas de Centenario".
 Es autor de obras de teatro y títeres, que se representan en Argentina, Latinoamérica, España e Italia. Algunas de sus obras de títeres son: " La Media Flor ", "Estampas de Don Quijote", "Autocensura", "Por una flor", "El buen Diablo", "Los valientes también mueren", "Líos de Familia", "El Sereno y el Diablo", "El buen curador"... En 1972 se integró al grupo de docentes de la Escuela Provincial de Títeres de Neuquén.


hasta siempre Maestro!!!!


Todo el mundo, siempre, dijo lo mismo acerca de él, "¡El Kique, tiene cada ocurrencia!" y ahora se le ocurrió morirse, seguro que de cabeza dura que es. Seguro que se entusiasmó con la muerte, como diría Vallejo. Como se entusiasmaba, a veces, con la vida, y le regalaba sus irrepetibles marionetas y sus amores y sus canciones y sus obras de títeres representadas en cientos de retablos .
Definitivamente creo que se entuasiasmó con la muerte, y de puro jodón que es creyó que podía morirse, así, cuando quisiera. ¡Qué iluso! El no quiere creer que está condenado a estar presente en cada una de las funciones de títeres que, hasta la eternidad, podamos ofrecer al respetable.
El es el único que está autorizado a golpear las puertas de los teatros con el puño para que le abran cuando ya ha empezado la función y no se dignaron esperarlo (como hizo una vez en Neuquén en medio de "La media flor" y hubo que empezar de nuevo.).
Eternamente Kique, eternamente. Pero no andes solo, los caminos suelen ser largos, monótonos, traelos a tus amigos más queridos, se que son muchos. En este momento, por ejemplo, se me ocurre que bien podrías visitarnos con aquel otro pelado cordobés que sembró de títeres y titiriteros la Tierra y te habrá andado buscando con un tinto abierto, por si venías con sed.
Eternamente Kique...hasta la próxima función, hasta el próximo encuentro.
(Jorge Miceli)